Saint Petersburg - Moscow, 8 days - From Larnaca

Sobre el destino: Indiscutiblemente ligada a los acontecimientos más importantes de la Unión Soviética, San Petersburgo no puede escapar de su pasado imperial. San Petersburgo ha sido la ciudad de los zares desde que Pedro el Grande fundó la ciudad en un pantano y trasladó la capital aquí desde Moscú en 1712 para proporcionar un mayor contacto con Occidente. Muchos de los principales edificios barrocos y neoclásicos y parques ajardinados son obra de arquitectos imperiales franceses e italianos. San Petersburgo, la segunda ciudad más grande de Rusia, ha sido apodada la Puerta Rusa a Occidente y la Ciudad de las Noches Blancas. Para una espléndida panorámica de la ciudad, hay que subir a la cúpula de la Catedral de San Isaac en la plaza Isaakievskaya, un ejemplo masivo de arquitectura civil-religiosa del siglo XIX; su cúpula está cubierta de oro puro. Cerca de allí, en la Plaza del Senado con vistas al Neva, se encuentra el monumento de Falconet a Pedro el Grande. La fortaleza de Pedro y Pablo fue fundada por Pedro el Grande y se erigió en sólo un año entre 1703 y 1704 durante la Gran Guerra del Norte contra Suecia. La fortaleza nunca fue utilizada para defender la ciudad sino como prisión política bajo las órdenes el zar. Dentro de la fortaleza se encuentra una de las atracciones más emblemáticas de la ciudad: la Catedral de los Santos Pedro y Pablo que contiene las tumbas de Pedro el Grande, Catalina la Grande, Nicolás II y otros zares. Nevsky Prospect es la avenida principal de San Petersburgo y una de las calles más conocidas de Rusia. Los edificios a lo largo de la avenida Nevsky Prospekt son una celebración de arte-nouveau. Nevsky Prospect es también una céntrica calle comercial y el centro de entretenimiento y vida nocturna de la ciudad. Incluso si no hubiera nada más que ver en la ciudad, el Museo del Hermitage haría que la visita a San Petersburgo valiera la pena. Situado en el magnífico y lujoso Palacio de Invierno, antigua residencia de los zares, es una de las mayores pinacotecas y museos de antigüedades del mundo. Pero antes de sumergirse en el arte, disfrute de las principales salas del palacio, donde el zar entretenía a sus huéspedes, especialmente el impresionante Malaquita Hall, donde el Gobierno provisional celebró su última reunión antes de que estallará la revolución bolchevique. San Petersburgo es una ciudad magnífica, con bella arquitectura, numerosos puentes y palacios que se suceden a lo largo de la inolvidable perspectiva Nevski, catedrales con cúpulas de bulbo, algunos de los mejores museos del mundo y prestigiosos teatros. En las afueras se alzan los palacios imperiales que los zares utilizaban como residencias de verano.

Sobre el destino: Moscú, la capital política, histórica y económica de Rusia, muestra los contrastes más extremos del país. Lo antiguo y lo moderno se unen perfectamente en esta ciudad de 10 millones de personas. La capital rusa es hoy una metrópoli deslumbrante cuya grandeza nunca deja de sorprender. Tome el metro desde una de las adornadas estaciones para llegar a las atracciones principales de la ciudad que son un símbolo del gran y terrible pasado de la ciudad. Los restos del Estado Soviético se encuentran dispersos por toda la ciudad. Hay monumentos que recuerdan a los héroes caídos y las batallas victoriosas, mientras que los museos intentan analizar y sintetizar el pasado. Se puede ver a Lenin y a Stalin, fuera de sus pedestales en el extravagante Art Muzeon. Entre en el realismo socialista en VDNKh. Descienda a las profundidades del sistema soviético en Museo de la Guerra Fría situado en el Bunker-42. Y recuerde a los millones que sufrieron en el Museo de Historia Gulag. Hoy en día, muchos clubes y cafés retro y divertidos dan a sus huéspedes una muestra de la experiencia soviética. El lugar más emblemático de la ciudad (y posiblemente, del país), el Kremlin y la Plaza Roja se encuentran todavía en el corazón de Moscú. Entre los monumentos más reconocibles de la ciudad, son las cúpulas ,casi como de dibujos animados, de la Catedral de San Basilio que se elevan por encima de la Plaza Roja, las gemas de la UNESCO que se construyeron entre los siglos XIV y XVII. Hoy en día Moscú desafía su pasado soviético y ha desarrollado un ambiente hedonista y el sentido que grandes cosas están sucediendo en la ciudad una vez más. Ir de comprar por las boutiques más exclusivas se ha convertido en un deporte nacional, pero Moscú está considerada como una de las capitales culturales más sofisticadas del mundo, con instituciones de clase mundial como el Teatro Bolshoi, el Conservatorio Tchaikovsky de Moscú y el Museo de Bellas Artes Pushkin. La ciudad también se enorgullece de sus grandes escritores, dramaturgos, compositores, coreógrafos y cineastas. Glamorosa, histórica y hedonista, Moscú es realmente seductora.